Al igual que muchos otros, muchos de nosotros consideramos a nuestros perros no sólo mascotas, sino queridos miembros de la familia.
Su amor incondicional, su predilección por los mimos, sus travesuras cómicas y su feroz lealtad los convierten en compañeros insustituibles.
Imagínate la angustia y la furia de descubrir que te han robado a tu querido compañero canino.
Esta fue la angustiosa experiencia de Jessica Gary.
Jessica, de Brooklyn, Nueva York, era la orgullosa dueña de un encantador chihuahua llamado Fidel.
Sus visitas regulares al parque eran una fuente de alegría, pero un fatídico día, su rutina dio un giro oscuro.
Mientras disfrutaban de la hora “sin correa”, un desconocido se llevó descaradamente a Fidel.
Jessica dijo a WABC:
“Estaba a unos metros detrás de mí y oí un aullido. Y en cuanto miré detrás de mí ya no estaba”
La mezcla de rabia y miedo que sintió Jessica fue abrumadora.
La situación era aún más grave porque Fidel, a sus 15 años, dependía de la medicación diaria.
La idea de que se quedara sin su medicación y en manos de un desconocido era desgarradora.
En un intento desesperado por recuperar a su peludo amigo, Jessica anunció una cuantiosa recompensa de 3.000 dólares por el regreso de Fidel.
Sin perder un momento, Jessica entró en acción.
Hizo imprimir folletos y, durante dos implacables días, los pegó por todas partes.
Sus amigos se unieron a ella para buscar a Fidel.
Pero a pesar de sus esfuerzos conjuntos, Fidel seguía desaparecido.
Justo cuando la desesperación amenazaba con apoderarse de ti, surgió un rayo de esperanza.
Jessica recibió un chivatazo.
El informante le sugirió que explorara un barrio llamado Carroll Gardens.
Era un tiro en la oscuridad, pero Jessica, acompañada por una amiga, decidió arriesgarse.
Para su asombro, en Carroll Gardens, vio a Fidel.
Pero no estaba solo ni perdido; estaba con una pareja que parecía estar haciéndolo pasar por suyo.
La visión encendió una descarga de adrenalina en Jessica.
Sabiendo que tenía que actuar con rapidez, Jessica y su amiga hicieron un movimiento audaz.
Se acercaron a la desprevenida pareja, cogieron a Fidel y se retiraron rápidamente a su coche.
La pareja, desconcertada, sólo pudo mirar estupefacta.
Pero cuando Jessica empezó a alejarse, su sorpresa se convirtió en indignación y golpearon furiosamente las ventanillas del coche.
Jessica, sin embargo, no se dejó intimidar: había recuperado a su preciado Fidel.
Temiendo posibles repercusiones legales, Jessica presentó rápidamente una denuncia ante la policía de Nueva York.
Para su alivio, la policía le confirmó que estaba en su derecho de reclamar a su perro, asegurándose de que no tuviera consecuencias legales.
Sin embargo, un pensamiento persistía: ¿era realmente la pareja la culpable, o habían comprado inocentemente a Fidel al verdadero ladrón?
Por desgracia, no está claro quién fue el verdadero ladrón, pero Jessica estaba muy agradecida por haber recuperado a su mascota.
Durante una entrevista con CBS News, le preguntaron si había “recuperado al perro”
Ella respondió:
“Devolvimos a Fidel a su legítimo hogar”
Mira el siguiente vídeo para conocer más detalles sobre esta increíble historia
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