Todos queremos entrar en contacto con la naturaleza. Un encuentro cercano es siempre un recordatorio de lo hermosa y poderosa que es la naturaleza. Pero estos encuentros también vienen acompañados de una advertencia, sobre todo a los turistas, para que no se entrometan demasiado en ella.
Cuando los turistas nos entusiasmamos demasiado, tendemos a perturbar la “paz” de la naturaleza o cuando no somos cuidadosos y conscientes de lo que nos rodea. Esta historia es un gran recordatorio para ser siempre precavido con el lugar que visitas, sobre todo cuando la naturaleza que te rodea podría contraatacar.
Fin de semana festivo
Una profesora de primaria de 60 años estaba de vacaciones con su marido en Waikiki (Hawai). Era un lugar ideal para escaparse un rato y ser uno con la naturaleza.
Sin embargo, un error convirtió esta dulce escapada en la pesadilla más espantosa cuando la maestra nadó en el océano. No vio ni fue consciente del peligro que tenía delante.
El inquietante Rocky
Los habitantes de Waikiki se han encariñado con Rocky, una foca monje de Hawai que ven a menudo en la playa de Kaimana. Su cariño viene acompañado de mucho respeto y protección, ya que se la considera una de las especies en peligro de Hawai.
Cuando Rocky dio a luz, sabían que lo mejor era proteger el lugar donde suele alimentar o amamantar a su cría. El gobierno local y otras organizaciones han colocado barreras en el agua contra los humanos y otras normas para protegerla.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y Hawaii Marine Animal Response vigilaron de cerca a esta pareja madre-cría en sus aguas. Advirtieron a la gente que se mantuviera alejada de ellos. Se acordonó la costa en la que suelen estar y se pidió a la gente que no se acercara demasiado.
El error de un maestro
La profesora no se percató de la presencia de Rocky y su cachorro en la orilla cercana donde se encontraban ella y su marido. Fue más allá de la zona acordonada y llevaba puesto el gorro de natación cuando se sumergió.
No oyó ni se dio cuenta de que la gente le gritaba y le decía que se fuera nadando. Era demasiado tarde, porque cuando Rocky vio que había un humano cerca, se puso en modo ataque y todo para defender a su bebé
La maestra trató de alejarse nadando y gritó pidiendo ayuda, pero la foca madre siguió tirando de ella bajo el agua, y algunos testigos dijeron que incluso le mordió la cabeza en algún momento.
Salvar la tensa situación
Era una situación muy tensa; por suerte, un grupo de transeúntes con una canoa se acercó a ella para apartarla de la foca. La llevaron a la orilla y llamaron al 911. La mujer tenía laceraciones en el brazo, la cara y la espalda.
Según el Departamento de Territorio y Recursos Naturales de Hawai, perturbar zonas y animales protegidos acarrearía una cuantiosa multa. Sin embargo, no recomendaron cargos ni ninguna sanción por este incidente. Tampoco dieron el nombre de la maestra de 60 años porque pidió el anonimato.
La gente estuvo de acuerdo en que este incidente no fue culpa de la foca. Fue el instinto maternal natural de la foca de proteger a su cachorro. Fue un incidente desafortunado, pero podría servir de recordatorio para que todo el mundo pregunte o conozca siempre el lugar que visita antes de pisarlo.
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