Imagínese la conmoción que se produjo en el aeropuerto de Beirut cuando una caja de madera sin marcar, abandonada durante una semana, reveló su asombroso contenido.
La caja, de apenas 16 pulgadas de alto y con algunos agujeros, parecía ordinaria hasta que el personal de seguridad decidió investigar.
Lo que encontraron dentro fue extraordinario.
Tres cachorros de tigre siberiano, una especie en peligro de extinción, salieron despedidos en un estado lamentable.
Con cuatro meses de edad, estas diminutas criaturas estaban empapadas en su propia orina y heces, aferrándose a duras penas a la vida.
Es increíble que sobrevivieran, hacinados en un espacio tan pequeño que ni siquiera podían mantenerse en pie.
“Nada indicaba que la caja contuviera tigres o incluso animales vivos, y no había detalles de un remitente o destinatario”, informó Animals Lebanon, el grupo de rescate que más tarde se involucró.
Los cachorros se transportaban desde el zoológico ucraniano de Nikolaev al zoológico Samer al-Husainawi de Damasco (Siria).
Debido a un etiquetado incorrecto y a problemas de papeleo, el envío se retrasó siete días en Líbano.
El estado de los cachorros era desgarrador.
Estaban hambrientos, deshidratados y sufrían una grave plaga de insectos.
“Cuando por fin los sacamos de la caja, en ella había docenas y docenas de gusanos arrastrándose.
Había gusanos por todo el muslo trasero de los animales”, relató Jason Mier, director ejecutivo de Animals Lebanon, en una entrevista con ABC News.
Animals Lebanon no dudó en actuar.
Pidieron a un juez que liberara a los cachorros y el juez, consciente de la urgencia, accedió.
Los cachorros dispusieron entonces de una amplia zona para deambular y recibieron la atención médica que necesitaban desesperadamente.
Afortunadamente, el veterinario de la organización consiguió que los cachorros recuperaran la salud.
“Tenían las almohadillas de las patas en carne viva y enrojecidas, al igual que las patas traseras y los muslos”, describió Animals Lebanon.
“No habían recibido las vacunas adecuadas, así que los tres fueron vacunados”
“Sólo se encontró que un tigre tenía microchip, aunque los documentos afirman que los tres deberían haberlo tenido”
El destino previsto de estos tigres, un zoo sirio, estaba rodeado de dudas.
La caja no cumplía las normas internacionales y faltaba documentación esencial.
Esto levantó sospechas de tráfico ilegal, un lucrativo negocio del mercado negro.
“Los grandes felinos pueden valer decenas de miles de dólares en el mercado negro. El propietario lucha por recuperarlos”, señaló Animals Lebanon. “Y nosotros luchamos por los tigres”
A pesar de los esfuerzos de Animals Lebanon, el juez decidió finalmente devolver los tigres a sus dueños en Ucrania.
Esta decisión nos hace esperar lo mejor, pero temer lo peor, dada la posibilidad de que estos animales acaben en el mercado negro.
Mier, en una entrevista con The Dodo, reveló un patrón preocupante: “Desde 2012 su madre ha parido al menos 12 cachorros, incluidos estos tres”, dijo.
“Los otros nueve fueron todos vendidos a compradores ‘privados/no revelados'”
La venta de animales exóticos, a menudo con escasa supervisión, es una dura realidad en muchas partes del mundo.
El destino de estos cachorros sigue siendo incierto, ya que podrían caer fácilmente en manos de propietarios privados, sin que nadie vele por su bienestar.
Mira esta asombrosa recuperación en el siguiente vídeo
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