Hay algo realmente mágico en el vínculo entre los niños y sus perros.
Es en estas amistades donde encontramos algunos de los momentos más tiernos de la vida.
Desde jugar a buscarlos en el jardín hasta compartir la merienda bajo la mesa, los niños y los perros parecen ir juntos como la mantequilla de cacahuete y la mermelada.
Por ejemplo, Finn Knudston y su boxeador Brutus.
Este niño de 23 meses de Richmond (Virginia) y su boxeador de cuatro años son inseparables en todos los sentidos.
Su especial vínculo fue adorablemente captado por las cámaras una noche.
Cuando mamá comprobó el monitor a través de su teléfono, su corazón se derritió en un charco.
El pequeño Finn, armado con sus sábanas y su osito de peluche, decidió que la cama del perro de Brutus era el lugar perfecto para pasar la noche.
Paige, la madre de Finn, sintió curiosidad por este ritual nocturno y quiso plasmarlo en una película.
En el vídeo, Finn sale tranquilamente de la cama para acurrucarse con su amigo de cuatro patas.
Brutus se queda dormido mientras el niño se le sube encima para ponerse cómodo.
Cada momento es una sobrecarga de ternura, ya que es fácil ver lo mucho que se quieren.
Eran amigos desde el principio.
Finn nació con un defecto cardíaco y tuvo que ser operado de urgencia nada más nacer.
Al recordar aquellos días, Paige declaró a DailyMail,
“Una vez que llegamos a casa fue como si Brutus simplemente supiera que Finn necesitaba una vigilancia extra cercana, y ha estado a su lado desde entonces”
Esto demuestra lo intuitivos y protectores que pueden ser los perros, sobre todo los boxeadores como Brutus.
Los bóxer son conocidos por su naturaleza vibrante y juguetona, y Brutus no es una excepción.
Estos perros son fantásticos con los niños, lo que los convierte en mascotas familiares perfectas.
Los instintos protectores de Brutus hacia Finn son un brillante ejemplo de cómo los perros a menudo se convierten en algo más que mascotas: se convierten en guardianes de los más pequeños de la familia.
Los beneficios de crecer con una mascota, especialmente un perro, son innumerables.
Enseñan a los niños responsabilidad, empatía y compasión.
Además, los animales de compañía ofrecen a los niños un tipo único de consuelo y alivio del estrés, ya que siempre están ahí para escuchar y abrazar.
Para Finn, Brutus ha sido más que una mascota: ha sido un ángel de la guarda y una fuente de consuelo constante.
Paige ha estado capturando el viaje de Finn y Brutus, compartiendo momentos adorables de ellos acurrucados juntos.
Dice con confianza:
“No me preocupaba que Brutus se enfadara porque ha tolerado y se ha comportado increíblemente bien en otras situaciones, así que sabía que Finn no se inmutaría si se revolcaba y trepaba a su alrededor. Brutus insiste en estar en la habitación de Finn y no es el tipo de perro que hace algo que no quiere, nadie le obliga a estar en esa situación.”
A veces, el mejor amigo que puede tener un niño es su compañero peludo.
Ofrecen un tipo de amor y apoyo incondicionales, permaneciendo a su lado en todos los retos y alegrías que les depara la vida.
Mira el vídeo para ver lo adorables que son Finn y Brutus juntos
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