En un mundo en el que la compasión y la empatía deberían ser la norma, es descorazonador encontrarse con casos de crueldad.
Uno de ellos es el abandono de mascotas por sus dueños.
Estas inocentes criaturas depositan toda su confianza en nosotros, ofreciéndonos a cambio un amor incondicional.
Abandonarlos sin pensárselo dos veces es un acto cruel que nos entristece profundamente.
Aunque puede haber varias razones para tal abandono, desde el traslado a las limitaciones financieras o incluso la llegada de un nuevo bebé, es importante recordar que nunca hay una justificación válida para tal acto.
Sin embargo, para este perro, a pesar de su trágico comienzo, concluye con una nota de esperanza.
Pero atención, es desgarrador.
Nuestra historia se desarrolla en Dallas, en torno a una adorable perrita llamada Camilla.
Cuando su familia se estaba trasladando, dejaron un montón de objetos desechados fuera de su casa, a la espera de que los recogieran los basureros.
Entre estos objetos desechados estaba Camilla.
Fue abandonada como un objeto no deseado, sin comida ni agua.
Su única fuente de consuelo era su manta.
El momento en que se produjo este incidente fue especialmente desgarrador.
Era Nochevieja, una fecha en la que las familias se reúnen para celebrar el comienzo de un nuevo año.
Pero mientras otros disfrutaban de las fiestas, Camilla se quedó sola en la calle, asustada y confusa.
A pesar de su situación, se mantuvo leal, esperando en su manta a que volviera su familia.
Pero nunca lo hicieron.
El día de Año Nuevo, Marina Tarashevska, cofundadora de la organización por los derechos de los animales Dallas DogRRR, vio a Camilla.
“Hacía mucho frío y llovía, y la perra estaba tumbada sobre su manta, de la que no se separaba”, explicó a The Dodo Patti Dawson, directora ejecutiva de Dallas DogRRR.
Tras hablar con los vecinos, Marina confirmó que, efectivamente, Camilla había sido abandonada, y se dispuso a rescatarla.
Rescatar a Camilla no fue tarea fácil. Desconfiaba de los extraños y no parecía dispuesta a abandonar su manta, tal vez con la esperanza de que su familia regresara.
“Cada vez que Marina se acercaba a la manta, salía corriendo”, explicó Patti.
Pero las dos mujeres perseveraron y, finalmente, consiguieron meter a Camilla en una perrera.
El pobre perro seguía aterrorizado.
“Básicamente estaba hecha un ovillo en el fondo de la jaula”
Dijo Patti. “Podías tocarla, pero estaba congelada de miedo. No hacía contacto visual, mantenía la cabeza gacha”
Camilla tenía heridas en el cuello, probablemente de una pelea con otro perro. A pesar de su traumática experiencia, poco a poco está aprendiendo a confiar de nuevo en la gente.
Ahora se encuentra en una casa de acogida a la espera de una familia permanente que la adopte.
“Lo está haciendo muy bien. Su personalidad está saliendo poco a poco, y está empezando a confiar”, dijo Patti.
Esta historia, aunque desgarradora, es un testimonio de la resistencia de los animales y de la bondad de quienes intervienen para ayudar.
Esperamos que Camilla encuentre pronto un hogar definitivo donde pueda experimentar el amor y los cuidados que se merece.
Mira este conmovedor rescate en el siguiente vídeo
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