El vínculo entre un perro y su dueño es algo realmente especial.
Es una conexión que va más allá de las palabras, llena de lealtad y amor.
Esta historia es un testimonio de ese increíble vínculo.
Se trata de un pastor alemán llamado Freyja y su dueña, que estuvieron separados durante nueve meses desgarradores.
Imagina la nostalgia y el dolor de echar de menos a un ser querido: eso es lo que vivió Freyja cada día durante la ausencia de su dueño.
El dueño de Freyja, que había sido desplegado, estuvo fuera casi un año.
La separación no solo fue dura para él, sino también para Freyja.
Pasó esos meses esperando, deseando y probablemente preguntándose si volvería a ver a su amado humano.
A menudo se subestima la profundidad del amor de un perro, pero la historia de Freyja demuestra lo profundo que puede llegar a ser.
Cuando por fin llegó el esperado día del reencuentro, fue un momento lleno de pura alegría.
El dueño de Freyja, que también echaba de menos a su peludo amigo, planeó hacer de su reencuentro algo extraordinario.
Sabía lo mucho que Freyja significaba para él y quería demostrarle lo mucho que le importaba.
Este hermoso reencuentro fue grabado en vídeo, y es una escena que podría hacerte llorar.
El vídeo comienza con el padre de Freyja sentado despreocupadamente en el sofá, con la expectación reflejada en su rostro.
Se oye el sonido de los perros en otra habitación, pero la atención se centra en lo que está a punto de ocurrir.
En cuanto Freyja oye el silbido de su padre, no lo duda.
En apenas dos segundos, está a su lado, saltando sobre el sofá con una emoción incontenible.
Lo colma de cariñosos lametones y se da la vuelta para que le acaricie el vientre.
Sus gemidos son como los de un niño, una mezcla de alegría y alivio.
Las travesuras de Freyja son conmovedoras.
Se contonea alrededor de su padre, gritando de felicidad.
Es hermoso verla tan extasiada.
Al cabo de unos minutos, se calma lo suficiente para que su padre la abrace y le acaricie la cabeza.
Pero no tarda en volver a pedir más caricias.
La escena es a la vez hilarante y conmovedora. Freyja, una perra enorme, se comporta como un cachorrito en brazos de su dueño.
Se pone boca arriba, invitando a que le rasquen la barriga, y su cara irradia pura felicidad.
Es difícil saber quién está más contento, si Freyja o su dueño.
Este adorable vídeo no sólo captó un momento privado de alegría, sino que se hizo viral y llegó al corazón de miles de personas en Internet.
La gente no se cansaba de ver la reacción de Freyja y se enamoró de ella al instante.
Su historia caló hondo en muchos, que recordaron el vínculo inquebrantable entre un perro y su dueño.
Otro espectador compartió: “¡Tan conmovedor! Este sería yo (pero como humano) si mi papá no estuviera en casa por meses, entonces yo habiéndolo visto finalmente, también, estaría llorando.”
Esta historia de Freyja y su dueña es un hermoso recordatorio del amor y la lealtad que los perros aportan a nuestras vidas.
Vea este conmovedor momento en el siguiente vídeo
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