Imagínese la alegría de los cuidadores del zoo de Toronto al ver cómo Da Mao, un panda gigante, destrozaba un muñeco de nieve que le habían construido con mucho cariño.
Esta escena recuerda a la de un niño pequeño derribando alegremente una torre, llena de la misma travesura y alegría inocentes.
Los guardianes dedicaron tiempo y esfuerzo a crear este compañero nevado, haciendo bolas de nieve de distintos tamaños para crear un amigo helado perfecto para Da Mao.
Los cuidadores del zoo previeron que Da Mao encontraría intrigante al muñeco de nieve, y no les decepcionó.
Un vídeo que recoge este adorable encuentro ha cautivado desde entonces a cientos de miles de espectadores en todo el mundo.
A la gente le ha encantado la curiosidad inicial de Da Mao por esta nueva incorporación a su zona de juegos, seguida de su juguetón asalto, que finalmente desemboca en una cómica derrota.
La interacción de Da Mao con el muñeco de nieve fue una muestra de instinto y curiosidad naturales.
Examinó al muñeco de nieve de cerca, arañando su cuerpo como si intentara comprender esta nueva y extraña presencia.
Al principio, parecía que Da Mao quería abrazar al muñeco de nieve, pero, por desgracia, éste no respondía a su afecto.
La naturaleza juguetona del panda se puso de manifiesto cuando rodó por la nieve y luego se puso de pie para enfrentarse al muñeco de nieve, arañándole la cara e incluso pareciendo darle un mordisco.
Mientras se peleaban, la nieve volaba con el viento, aumentando la fantasía de la escena.
Cuando el muñeco de nieve no reaccionó a sus payasadas, Da Mao subió de nivel. Se subió al muñeco de nieve como un conquistador, convirtiéndose brevemente en el rey de su dominio nevado.
Encaramado triunfalmente sobre su cabeza, Da Mao parecía cantar victoria, pero su triunfo duró poco, ya que perdió el equilibrio y se cayó.
Incluso derrotado, Da Mao era un espectáculo digno de contemplar. Al caer, se llenó la cara de nieve y la cabeza del muñeco se desplomó, cayendo sobre él.
Impertérrito, Da Mao continuó su juguetona batalla, viendo ahora al muñeco de nieve como un enemigo más que como un amigo.
Golpeó su cabeza antes de enfrentarse de nuevo al resto del muñeco de nieve.
Los intentos de Da Mao por conquistar al muñeco de nieve estuvieron llenos de graciosas volteretas y saltos mortales.
Hacía breves pausas para volver con renovada determinación, subiendo y bajando del muñeco de nieve, cada vez haciendo travesuras adorables.
Los incesantes esfuerzos del panda gigante eran una mezcla de determinación y jocosidad. Daba manotazos al muñeco de nieve, como si regañara a ese adversario testarudo y sin cabeza que seguía superándole.
Cada caída era recibida con risas por los espectadores, ya que las payasadas de Da Mao eran a la vez entrañables e hilarantes.
Da Mao, que llegó a Toronto procedente de China como parte de un programa de cría para la conservación, ha sido una figura muy querida en el zoo.
Aunque su aventura con el muñeco de nieve acabó en una cómica derrota, los enérgicos intentos de Da Mao por entablar amistad y desafiar a su homólogo helado fueron un espectáculo encantador.
Si necesitas reírte un buen rato, no puedes perderte a este juguetón panda enfrentándose a su formidable oponente, el muñeco de nieve.
Es un reconfortante recordatorio de la alegría y la sencillez que se encuentran en los encuentros juguetones, incluso entre nuestros amigos los animales.
Echa un vistazo al adorable momento en el siguiente vídeo
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