No hay duda de que los animales domésticos llegan a extremos para proteger a sus dueños, incluso a costa de sus propias vidas. Nunca sabremos si se trata de puro instinto o de algo mucho más profundo. En cualquier caso, nuestras mascotas pasan la mayor parte de su vida demostrándonos cuánto nos quieren.
He aquí la historia de una familia que estará eternamente agradecida a su mascota Khan, un Doberman.
El problemático pasado de Khan y su adopción
Catherine Svillicic, de Atherton (Australia), adoptó al perro sabiendo que tenía un pasado problemático. Cabe preguntarse qué tipo de reservas pudo tener a la hora de traer un perro así a su casa, si es que tuvo alguna. Porque el perro iba a ser un compañero para su hija pequeña, Charlotte.
Khan fue rescatada de un hogar donde la maltrataban.
Adelaide Now informa,
“Cuando Kerry Kinder (propietaria de Doberinling Boarding Kennels) lo rescató, estaba hambriento, tenía costillas rotas y le habían pegado: era un perro maltratado. Estaba en el límite de si había que sacrificarlo o no porque estaba muy mal”, dijo Svilicic.
A pesar de conocer su problemático pasado y sus tendencias violentas, se lo llevó a casa, una decisión de la que nunca se arrepentirá.
Khan demuestra ser fiel a su raza
A menudo, los perros maltratados se vuelven malos. Pero quizá Svilicic era consciente de las tendencias endogámicas de la raza. Según el American Kennel Club,
“Esta raza incomparablemente intrépida y vigilante se sitúa con orgullo entre los mejores perros de protección del mundo”
Además, su temperamento está catalogado como,
“Leal, intrépido y alerta”
En el caso de Khan, todo esto resultó ser cierto. Se levantó contra su vida temprana y se convirtió en el perro que estaba destinado a ser, para la familia que finalmente lo acogió y le enseñó cómo debería ser realmente la vida de un perro.
Khan se gana un lugar en el corazón de su familia para siempre
Khan no llevaba ni una semana con su nueva familia cuando ocurrió lo impensable.
Dado que los Doberman tienen fama de agresivos, y probablemente debido a su pasado, Svilicic los vigilaba. Es por eso que se apresuró a notar algo extraño.
Charlotte, que entonces tenía 17 meses, estaba jugando en el jardín con Khan cuando su madre se dio cuenta del extraño comportamiento del perro.
Según informa el Daily Mail,
“Khan estaba muy concentrado y actuaba de forma agresiva con Charlotte, e intentaba darle un codazo, pero no funcionaba”, dijo Svilicic. “Así que la agarró por la parte de atrás del pañal y la lanzó por encima del hombro más de un metro como si fuera una muñeca de trapo”
Sólo podemos imaginar el horror que debió sentir en ese momento. Un horror que habría cambiado y crecido cuando se dio cuenta de lo que realmente estaba pasando.
Khan había avistado una serpiente rey parda, que es una de las serpientes más venenosas del mundo, la tercera para ser exactos. Al no poder apartar a la niña, se tomó la justicia por su mano, la cogió en brazos y la arrojó fuera de peligro.
Fue entonces cuando saltó la serpiente.
“Charlotte parecía bastante conmocionada y entonces Khan gritó. Rápidamente me di cuenta de que era una serpiente y de que Khan había estado intentando interponerse entre ella y la serpiente antes de arrojarla”, informó Adelaide Now.
El héroe Khan recibe tratamiento de héroe
Al interponerse entre el niño y la serpiente, Khan arriesgó su propia vida. El grito que Svilicic dice que dio fue porque le habían mordido. Corrió hacia la casa y se desmayó, pero afortunadamente una visita al veterinario acabó por arreglar las cosas. Recibió tratamiento antiveneno y, aunque pasó una noche difícil en la que las cosas iban de mal en peor, se recuperó y por la mañana desayunó bien.
Un experto local en serpientes dijo que lo único que le salvó la vida fue que la serpiente no había podido inyectarle suficiente veneno cuando le mordió.
La familia Svilicic prometió que Khan viviría como un rey a partir de entonces.
“Si Khan quiere un cuenco de oro, lo tendrá. Se lo debemos para el resto de su vida”, dijo la Sra. Svilicic.
Por favor COMPARTIR esto con tus amigos y familiares.