El carácter imprevisible de la manipulación de animales
En el mundo de la manipulación de animales hay una regla de oro: siempre hay que esperar lo inesperado.
El mayor reto reside en el hecho de que los animales, a diferencia de los humanos, no pueden comunicar sus necesidades verbalmente.
Esto puede acarrear dificultades imprevistas, incluso para los adiestradores más hábiles y experimentados.
Es un mundo en el que cada día es una nueva aventura, llena de imprevisibilidad.
Una escena dramática
Imagina una escena en la que el público, reunido para asistir a un acto, se encuentra de repente conteniendo la respiración.
Una situación dramática e inesperada se desarrolla ante sus ojos, recordándoles que ni siquiera los equipos de animales más famosos son inmunes a los contratiempos.
Es un momento que capta la esencia de la imprevisibilidad del trabajo con animales.
Los legendarios Clydesdales de Budweiser
Los Clydesdales de Budweiser son un equipo de caballos cuya fama casi no tiene parangón y que se comparan con los legendarios renos que tiran del trineo de Papá Noel.
Estos animales icónicos no son sólo el símbolo de una marca, sino que se han convertido en celebridades por derecho propio.
Su prestigioso estatus les lleva a menudo a eventos de alto nivel, donde exhiben su majestuosa presencia.
Un giro inesperado de los acontecimientos
Durante uno de estos acontecimientos, la feria de ganado y rodeo de San Antonio, ocurrió algo insólito.
Mientras se presentaban los Clydesdales al público, dos de los caballos principales empezaron a mostrar signos de inquietud.
Lo que empezó como un leve giro pronto fue a más, desembocando en una situación que nadie había previsto.
Se desata el caos
En unos instantes, la situación se descontroló.
Los dos inquietos caballos intentaron sortear a sus compañeros, lo que provocó un enredo de correas y yugos.
El peso de los caballos, cada uno de los cuales pesaba entre 1.800 y 2.300 libras, aumentaba la gravedad de la situación.
Los cuidadores, conscientes de la gravedad de la situación, corrieron al campo para intervenir y evitar que cundiera el pánico entre la manada.
Un público tenso observa
El público, testigo de todo esto, estaba comprensiblemente ansioso y estresado.
Para aliviar sus preocupaciones, el locutor tomó el micrófono y ofreció palabras tranquilizadoras: “Siempre que estás en el negocio del rodeo, del ganado, cuando trabajas con animales, nunca sabes lo que puede pasar. Todos piensen en positivo”
Esta afirmación ponía de relieve la imprevisibilidad inherente al trabajo con animales, al tiempo que se intentaba mantener la calma entre los espectadores.
La operación de rescate
La complejidad del enredo hizo que los cuidadores no tuvieran más remedio que desatar cuidadosamente a los caballos.
El vídeo del suceso muestra a los cuidadores trabajando diligentemente, desenganchando a cada pareja de caballos.
Mientras tanto, otros miembros del equipo se centraron en calmar al caballo derribado, demostrando su profesionalidad y cuidado en el manejo de una situación tan delicada.
Un momento de alivio y celebración
Cuando los cuidadores consiguieron despejar la zona y dar al caballo abatido el espacio necesario para recuperarse, el ambiente empezó a cambiar.
El público, que había estado tenso y preocupado, estalló en vítores cuando el caballo por fin recuperó el equilibrio y se puso en pie.
Anheuser-Busch, la empresa detrás de la marca Budweiser, emitió posteriormente un comunicado en el que aseguraba que ningún caballo había sufrido daños.
Hicieron hincapié en su compromiso con la seguridad y el bienestar de los animales: “La seguridad y el bienestar de nuestros queridos Clydesdales es nuestra máxima prioridad. Junto con nuestro personal altamente cualificado de cuidadores profesionales, nos asociamos con un experto en medicina equina para garantizar que nuestros animales reciben el máximo nivel y calidad de cuidados.”
El legado perdurable de los Clydesdales
Los Clydesdales de Budweiser han sido un símbolo de celebración y tradición desde su introducción en abril de 1933, conmemorando el fin de la Ley Seca.
Con tres cuadrillas de gira por todo Estados Unidos, siguen cautivando al público con su elegancia y gracia.
Este incidente en el rodeo, aunque tenso e inesperado, no es más que otro capítulo de su larga historia, prueba del impredecible pero gratificante mundo del manejo de animales.
Vea cómo se desarrolló el accidente en el siguiente vídeo.
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