Un fotógrafo británico llamado Robert E. Fuller ha creado algunas obras de arte realmente bellas.
Vive y trabaja en Yorkshire, Reino Unido, y construye hábitats en su jardín para atraer a la fauna.
Observar su comportamiento le ayuda a realizar sus pinturas y otros proyectos creativos.
Fuller también rescata animales, entre ellos lechuzas huérfanas o perdidas.
“Suelo colocar lechuzas huérfanas o perdidas en nidos de cárabos y estas aves aceptan a los polluelos como si fueran suyos. Su impulso de proteger y cuidar es muy fuerte”, explica Fuller en el pie de foto de uno de sus vídeos de YouTube.
Uno de los cárabos que Fuller utiliza como madre adoptiva se llama Luna.
En realidad, Luna fue una lechuza rescatada.
Los búhos de la casa de Fuller la acogieron en 2017 y la criaron como si fuera suya.
Gracias a sus cuidados y protección, Luna creció hasta convertirse en una lechuza adulta sana que quiso ser madre de sus propios búhos.
Luna trabajó para ser madre durante dos años, pero sus huevos no acabaron eclosionando.
También perdió un lote entero de huevos el año anterior, según The Dodo.
Pero, afortunadamente, Luna aún tenía la oportunidad de convertirse en mamá. Fuller se encontró con otros dos búhos que necesitaban una madre.
Sabía que poner a los bebés con Luna le ayudaría a satisfacer su instinto maternal y les daría una oportunidad de sobrevivir.
Así que Fuller colocó a los dos búhos en el nido de Luna y esperó a que volviera.
Esperaba que ella aceptara a los bebés como suyos y los criara.
Afortunadamente, Luna aceptó inmediatamente a los dos bebés.
Tras asomar la cabeza y ver a los dos bebés, Luna se lanzó al agujero de su árbol.
Se apresuró a acercarse a ellos, colocó a los bebés bajo sus alas y se puso a cubrirlos para asegurarse de que estuvieran calientes y protegidos.
Según All About Birds, esto se llama “empollar” Las hembras de búho se sientan sobre sus crías para ayudarlas a regular su temperatura corporal hasta que tienen suficientes plumas y pueden regular su propia temperatura corporal.
Fuller se alegró mucho al ver que estas dos crías tenían una nueva mamá.
También se emocionó por Luna.
“Esto significa que, tras una larga espera, Luna, el cárabo, por fin es mamá”, escribió Fuller.
El compañero de Luna, Bomber, también dio la bienvenida a los mochuelos a su hogar.
“La primera vez que Bomber, el cárabo, descubre a los dos polluelos rescatados que coloqué en el nido parece muy emocionado. Pero Luna parece un poco protectora y no le deja acercarse demasiado todavía. Le deja echar un vistazo rápido y luego le guía fuera del nido con una garra firme en la pata, como diciendo: ahora ve a buscarles comida”, comenta Fuller.
Los bebés están muy bien con sus nuevos padres adoptivos y, cuando tengan edad suficiente, podrán independizarse. Qué final tan feliz.
Mira lo que hizo Luna cuando conoció a sus bebés en el siguiente vídeo
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